LA OMISIÓN QUE DEMUESTRA LAS CULPAS
O
CHORO MAREADOR DE ESOS QUE VAN Y VIENEN
Casandra Ruiz Caro
Memoria
histórica es un concepto que se maneja mucho de formas erróneas, sobre todo
cuando sirve para publicitar ciertas acciones pro o contra los gobiernos. El
día de hoy, lunes 21 de abril de 2004, el gobierno de mi estado celebra a lo
grande cien años de una de las gestas que ponen las cuatro H. por delante de su
nombre, y aunque muchos sabemos de qué se trata esta fecha o simplemente con
acercarnos a Internet lo descubrimos, mucha gente no tiene ni idea e irá a
celebrar sin saber absolutamente nada, pero de que irá, irá. ¿Por qué? Pues
porque todo este mes la SEMAR ha estado bombardeando radio y televisión con
spots sobre el asunto… pero… pero hay algo raro en los anuncios… como que en
ellos falta algo. A ver, veamos uno de ellos de nuevo:
Ah,
pues eso es, por alguna razón ninguno de los spots dicen que es el Centenario
de la Ocupación Estadounidense en Veracruz, sólo que es el Centenario de la
Gesta Heroica. No quieren mencionar a los cuates del norte, no les vaya a caer
un obamazo.
Lo
bueno es que más o menos reconozcan el apoyo de los civiles, hay que recordar
que Huertita se fue con el grueso de hombres armados y con la orden de que
quienes se quedaran desalojaran a primeras horas la mañana siguiente. Dicen
(dicen eh, y las malas lenguas así que no les hagan mucho caso quienes son
patrioteros de corazón) que esto ocurrió porque Huerta, a quien había
desconocido Mr. Woodrow Wilson (nunca entendí por qué chingaos importaba que el
presidente gringo reconociera o no al mexicano), había pactado la entrega del
puerto e incluso hablan de que se había planeado hacer una base aquí mismo para
que Wilson aceptara seguir apadrinando a Huertita. Pal caso que todos se van y…
¿quiénes quedan entonces? ¿Por qué empieza la batalla (que guerra no fue, más
bien fue una ocupación en la que el bando local no tenía posibilidad desde el
principio)? Pues los hombres de armas tenían sus órdenes de alejarse de los
estadounidenses y dejarlos hacer en libertad, pero no las demás personas, y fue
un gendarme común y corriente quién vio de pronto salir sendas filas de
soldados con su típico uniforme verde y sin dudarlo disparó contra el enemigo.
Claro, la historia oficial dice que nuestro amigo estaba en servicio y que
murió como un héroe, pero de nuevo las malas lenguas dicen que el cuate había
acabado su guardia a media noche y desde entonces estuvo tome que tome en la
famosa Flor de Lis, de pronto sale, ya en la mañana, y lo primero que ve son
cientos de soldados americanos. ¿Qué hace? Pues dispara y muere. Lo que a la
historia oficial se le olvidó maquillar fue que el registro de dónde se
encontró el cuerpo del gendarme Aurelio Monfort sigue siendo justo afuera de La
Flor de Lis. En todo caso se reconoce en él al primer héroe del día por ser el
primero en disparar contra el enemigo. A mí me parece estupidez, a todos los
demás heroísmo.
Pero
ya me fui bailando por otro lado, lo que quería decir era que como la mayoría
de los que tenían balas no estaban fue precisamente la sociedad civil la que
salió a la defensa de su ciudad. La sociedad civil y otro cuate que también
había estado de briago toda la noche, me refiero al artillero José Azueta,
perteneciente a una rancia línea de combatientes y oveja negra de la misma. En
todo caso ya todos se saben la leyenda de Pepe, lo hirieron, como los gringos
vieron su desempeño chingón en la batalla el comandante Frank Friday Fletcher
le manda un cirujano y éste con un gesto se niega y dice que prefiere morir a
ser atendido por un enemigo de su patria. Otro acto que me parece estúpido y a
los demás heroico… comienzo a pensar que no me entran los actos de heroísmo. Y
bueno, la leyenda negra que dice que estaba todo envalentonado desde el
principio por tanto chupe y que el alcohol en su sangre no dejó que ésta
coagulara bien y así se desangró hasta la muerte.
Desde
luego que reconozco los actos de valentía de muchos otros personajes, por
ejemplo el carpintero Andrés Montes Cruz que dio muestras de una bravura tremenda.
Martínez Perea pudo haber escapado fácilmente, pero regresó tras poner a salvo
a su familia y enfrentó al enemigo con todo lo que tenía; un hombre valiente
que defendió la ciudad que había adoptado pese a ser hijo de españoles. Hay
muchos nombres que se vuelven dignos de mención en una batalla, y me parecen el
doble de importantes los llamados “voluntarios”, que por sus propias creencias decidieron
ir a las galeras y tomar armas y parque para proteger tierras, familias y, seguramente
algunos, por la firme idea de que la Patria es primero.
Los
soldados estadounidenses invadieron las calles de la ciudad y puerto de
Veracruz sin mediar una declaración de guerra oficial, que es lo “legal” en
éstos casos. Y ni siquiera por ello se mencionan en los comerciales de la
celebración. Celebremos a los héroes veracruzanos. ¿Por qué héroes? Porque defendieron
su ciudad y su patria… pero parece que nadie pregunta de qué o quién la defendieron,
contra quién pelearon. La SEMAR, a propuesta expresa del gobierno del estado (y
quién sabe si del federal), ha propuesto como enemigos muros de humo y soldados
de viento, sin patria para no mencionar enemigos ni herir susceptibilidades. Sólo
me queda esperar que ésta semana los maestros de historia sirvan de algo en las
aulas y que, desde luego, durante la ceremonia se dé a conocer aunque sea la
parte novelada de la historia, esa que nos cuentan para dormir y adormecernos
pero que, al menos en parte, señala a aquellos que una mañana de martes
desembarcaron en nuestra tierra y causaron muchas, muchas bajas. La omisión que
se hace de la nacionalidad enemiga habla de muchas cosas, pero que no hable de
los ciudadanos comunes, hay que informarnos, no para guardar rencores contra
gente que ya ni existe en este mundo, sino para estar informados y entender por
qué y para qué se hacen las cosas. Una de las frases muy choteadas pero con la
que siempre he estado de acuerdo es esa que dice que quien no aprende de su
historia está condenado a repetirla, la historia nos ha enseñado eso
claramente, pero de nada sirve si no la conocemos. ¡CELEBREMOS SIEMPRE, PERO SEPAMOS POR QUÉ!
=!
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