Mudanzas que rompen cadenas
Casandra Ruiz Caro
Hoy voy a cambiar:
sacar a luz mi coraje,
entregarme a lo que creo
y ser siempre yo sin miedo…
sacar a luz mi coraje,
entregarme a lo que creo
y ser siempre yo sin miedo…
Encontramos muchos
temas dentro de las canciones, la mayoría son variantes de los valores
universales como la amistad, la justicia, el deber, la verdad, pero sobre todo
se privilegia al tema romántico en sus dos vertientes: amor y desamor. Sin
embargo, no sólo el tema principal es importante, muchas canciones tienen un
trasfondo cargado de significado que sin duda llega a enriquecer la
interpretación de la canción. En México, como en todo el mundo, esta situación existe
y, en el caso del asunto que nos concierne, existen muchas canciones que hablan
de mujeres, sobre todo de la mujer abnegada que cae en el engaño del hombre o
de la mujer que se somete al trato machista, pero también está el otro lado de
la moneda, mujeres que cantan a su libertad y a sus derechos o la mujer que
intenta desasirse de viejas cadenas y correr el velo de los tabúes. En los años
sesenta y setenta, en Estados Unidos, se da toda una lucha por la *igualdad/equidad
entre el hombre y la mujer, y esto repercutió en todo el mundo, México no sería
una excepción.
En la década de los 70, el Congreso Mexicano
aprobó un decreto que incidía en la igualdad jurídica de la mujer, se cambia la
Constitución el 18 de septiembre de 1974, haciendo cambios a los artículos 4°,
5°, 30° y 123°: ya no sólo el hombre tendría libertad de trabajo sino cualquier
persona. Un año después ocurre la Primera Conferencia Mundial de la Ciudad de
México, en el llamado Año de la Mujer, que se encamina al reconocimiento de los
derechos humanos de las mujeres y al intento de llegar a una igualdad con los
varones, siendo su eje central la condición jurídica y social de las mujeres.
Aquí se crean programas a largo y corto plazo como el de 1980, año en que se
pretendía que hubiese toda una campaña de planificación familiar. También se
crea el Instituto Internacional de Investigaciones y Capacitación para la
Promoción de la Mujer (INSTRAW) y, en 1976, el Fondo de Desarrollo de las
Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM). Además, la Convención sobre la
Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) es fundada
por la ONU en 1979 y se ratifica en México el 18 de diciembre de 1980,
publicándose en el Diario Oficial de la Federación el 9 de enero de 1981.
En este
panorama político/social es que encontramos una de las canciones que se han
vuelto ícono de la búsqueda de libertad de la mujer, me refiero a Mudanzas de Lolita de la Colina, que fue
interpretada por primera vez en 1981 y llevada a la fama por Lupita D’Alessio.
No creo que sea coincidencia que una mujer como la Leona Dormida haya llegado a
encontrarse con esta letra, fue su forma de ser la que la llevó a identificarse
con ella y a seleccionarla para sus conciertos.
Lupita
D’Alessio no fue el tipo sumiso que se buscaba en una mujer de buena familia por
aquellos años en México, desde joven fue una mujer más bien irreflexiva. A los
17 años sufrió la pérdida de su hijo de veintiocho días, lo que le causó un
trauma terrible y la llevó a refugiarse en las drogas. Más tarde, a los 24, sus
amigos del espectáculo le dieron a conocer a fondo el amplio mundo de las
drogas y ella quedó enganchada enseguida. Llegó a gastar, según cuenta ella,
millones de dólares en drogas y hombres. No era una persona que gustara de
dormir sola, pero sí que le gustaba llegar al altar, tanto que lo hizo con
Jorge Vargas (siendo aún muy jovencita), con el futbolista chileno Carlos
Reynoso, con el futbolista uruguayo Julio Canessa, con el músico César Gómez,
con el argentino Jorge Ruiz “Sabú”, y con el modelo alemán Cristian Rossen. Su
vida estuvo marcada por los escándalos y el mal trato con la prensa. Admirada,
querida, odiada, criticada, pero siempre vigente, esa es Lupita D’Alessio.
A continuación presento la letra de la canción:
Hoy voy a
cambiar:
revisar
bien mis maletas
y sacar mis sentimientos
y resentimientos todos;
hacer limpieza al armario,
borrar rencores de antaño y angustias
que hubo en mi mente
para no sufrir por cosas tan pequeñitas:
dejar de ser niña para ser mujer.
Hoy voy a cambiar:
sacar a luz mi coraje,
entregarme a lo que creo
y ser siempre yo sin miedo;
bailar y cantar por habito,
y ver claro en vez de obscuro,
desarraigar mis secretos,
dejar de vivir si no es por vivir la vida
que grita dentro de mí: ¡mi libertad!
Hoy voy a cambiar:
salir de
dentro de mí
y no ser
solo corazón.
Dejar y parar fracasos,
soltar
los brazos y libertad
que
oprimen mi razón,
volar libre con todos mis defectos
para
poder rescatar mis derechos
y no cobrarle a la vida
caminos y
decisiones.
Hoy
quiero y debo cambiar:
dividirle al tiempo y sumarle al viento
todas las
cosas que un día soñé conquistar.
Porque soy mujer como cualquiera:
con dudas
y soluciones,
con
defectos y virtudes,
con amor y desamor,
suave
como gaviota
pero
felina como una leona,
tranquila y pacificadora
pero al
mismo tiempo irreverente y revolucionaria,
feliz e infeliz idealista
y
soñadora sumisa por condición
mas
independiente por opinión;
porque soy mujer,
con todas
las incoherencias
que nacen
de mi fuerte sexo débil.
Hoy voy a cambiar:
revisar
bien mis maletas
y sacar mis sentimientos
y resentimientos todos;
hacer limpieza al armario,
borrar rencores de antaño y angustias
que hubo en mi mente
para no sufrir por cosas tan pequeñitas:
dejar de ser niña para ser mujer.
Ahora, en
cuanto a la letra de la canción, Helene Cixous nos puede ser de utilidad con su
contraposición del hombre (activo, cultura, esencia), con la mujer (pasivo,
naturaleza, existencia). La canción habla de una mujer que planea cambiar, es
decir, romper esta dicotomía y tener el derecho a decidir por sí misma si
quiere pertenecer a uno u otro bando o incluso si desea combinarlos. Es esta
capacidad de elección la que permea la letra, la mujer ha decidido y tal
decisión recaerá sobre todo lo que es, o era.
Mi secretaria se equivocó al copiar las listas,
el hombre debe ser atractivo, escultural y esencial ;-)
La
canción dice “borrar rencores de antaño y angustias que hubo en mi mente para
no sufrir por cosas tan pequeñitas”. Aquí aparece una de las tantas cláusulas
que hay alrededor de las perfectas mujeres abnegadas, la mujer que no dice nada
y que guarda todas sus molestias para ella misma; la mujer que conoce su lugar
y que soporta todo en silencio, la mujer que ha sido hecha tan pequeñita por su
amo que sufre por cosas igualmente insignificantes sin poder buscar un alivio.
Las mujeres sufren en silencio, dice una de sus máximas.
Poco
después encontramos esta cita: “dejar de ser niña para ser mujer”. La
enunciante sigue en un estado infantil pero es más bien que sigue estando
supeditada a otro. Primero estuvo subordinada al padre, no podía o no quería
desobedecerlo; luego pasa a manos de un esposo que funge como padre, es decir,
al cual está igualmente subordinada y que no le permite romper cadenas y
superarse como mujer.
Otro segmento
nos dice “dejar de vivir si no es por vivir la vida que grita dentro de mí: ¡mi
libertad!”. Este fragmento es el grito de liberación, de soltar ataduras y
dejar de vivir sin vivir realmente, sino hacerlo con todos los sentidos,
derechos y obligaciones que guarda cualquier ser humano y no sólo una mujer.
“Hoy
voy a cambiar, salir de dentro de mí y no ser sólo corazón…” Este es el máximo
ejemplo de la ruptura a la dicotomía que propone Cixous, la mujer ya no será
sólo pasividad, naturaleza y existencia, ya no sólo será sentimiento sino que
será actividad, será esencia, será…
La canción contiene una parte comentada, en la que se escucha: “porque soy mujer como cualquiera, con dudas y soluciones, con defectos y virtudes, con amor y desamor, suave como gaviota pero felina como una leona, tranquila y pacificadora pero al mismo tiempo irreverente y revolucionaria”. Es así que la canción nos muestra su definición de lo que es una mujer, ya no es la abnegada mujercita mexicana que nace como la paloma para el nido, ya no es la mujer que guarda su virginidad hasta el matrimonio por no romper el tabú, ya no hablamos de una mujer a la que se le atribuyen las responsabilidades de una criada, como diría Rosario Castellanos en Lección de cocina:
Se me atribuyen las responsabilidades y las tareas de una criada para todo. He de mantener la casa impecable, la ropa lista, el ritmo de la alimentación infalible. Pero no se me paga ningún sueldo, no se me concede un día libre a la semana, no puedo cambiar de amo. En mis ratos de ocio me transformo en una dama de sociedad que ofrece comidas y cenas a los amigos de su marido, que asiste a reuniones, que se abona a la ópera, que controla su peso, que renueva su guardarropa, que cuida la lozanía de su cutis, que se conserva atractiva, que está al tanto de los chismes, que se desvela y que madruga, que corre el riesgo mensual de la maternidad, que cree en las juntas nocturnas de ejecutivos, en los viajes de negocios y en la llegada de clientes imprevistos.
Se trata
ahora de una mujer que piensa mal y acierta, que se revela física, sexual e
intelectualmente, que busca ser bella por amor propio y que trabaja en lo que
quiere y para lo que quiere. Ya no es la mujer descrita por Rosario
Castellanos, pero aún no es la mujer perfecta a la que muchas aspiran, en
primera porque no hay una mujer perfecta como tal, hay muchas, y cada modelo es
diferente… ¿por qué no pensar que todas son perfectas? ¿Acaso porque aunque la
enunciante habla de lo fuerte su sexo aún lo denomina “sexo débil”? Quién sabe,
después de todo hay que recordar que en los ochentas la canción número uno decía: tú, la misma de ayer, la incondicional, la que NO ESPERA NADA.
Acéptalo, soy un mirrey con uniforme, cómo podrías resistirme.
=)
NOTAS
* Se maneja igualdad/equidad porque primero se utilizaba el primer concepto y más trde es que cambiaría al segundo.
FUENTES
- Mudanzas. Versión electrónica. < http://www.musica.com>. Consultado
el 1 de mayo de 2011.
- Lupita
D’Alessio, discografía.
<http://www.untiempopararecordar.com>. Consultado el 1 de mayo de
2011.
- Reformas
a la constitución política de los Estados Unidos Mexicanos en Materia de
Equidad de Género.
Seminario Internacional: Reformas Constitucionales y Equidad de Género.
CEPAL. 2005.
- Bernal Gómez, Beatriz. La mujer y el cambio constitucional en
México: el decreto del 31 de diciembre de 1974.
<http://www.bibliojuridica.org/libros/1/477/17.pdf>. Consultado el
30 de abril de 2011.
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