Como seres "racionales" que somos, el entendimiento brinda una escalera al agujero negro en el que nos mantiene la ignorancia, el miedo, que en este contexto incluso pueden manejarse como sinónimos. Pero el miedo puede provocar dos tipos de reacciones, en las que se pueden dividir los seres humanos. Están los que se paralizan tanto que apenas si respiran, y poco a poco se vuelven esclavos del temor. Los otros, los que esperamos que sean mayoría, son a quienes el miedo los hace correr, avanzar, buscar cómo detener ese pánico que nos invade por culpa de lo ignoto y así, encontrar el conocimiento.

25/8/13

Initium sapientiæ timor


"No hace falta conocer el peligro para tener miedo; de hecho, los peligros desconocidos son los que inspiran más temor."



La frase anterior es del prolífico Alejandro Dumas, conocido sobre todo por ser el creador tras Los tres mosqueteros y El conde de Montecristo. Dumas estaba en lo cierto, el miedo aparece de la nada, del desconocimiento, es el efecto de lo inimaginable, y si sólo imaginamos lo que conocemos, el tópico se vuelve un círculo algo rebuscado. La salida segura, aunque no tan sencilla, de ese círculo nos la ofrece nuestra característica única como seres humanos (al menos eso queremos creer): el razonamiento.

Como seres "racionales" que somos, el entendimiento brinda una escalera al agujero negro en el que nos mantiene la ignorancia, el miedo, que en este contexto incluso pueden manejarse como sinónimos. Pero el miedo puede provocar dos tipos de reacciones, en las que se pueden dividir los seres humanos. Están los que se paralizan tanto que apenas si respiran, y poco a poco se vuelven esclavos del temor. Los otros, los que esperamos que sean mayoría, son a quienes el miedo los hace correr, avanzar, buscar cómo detener ese pánico que nos invade por culpa de lo ignoto.

Éstos últimos son quienes ejercen su "don", razonan lo que les causa espanto y, dependiendo de su experiencia y (un poco) de su imaginación, formulan una explicación lógica que les tranquiliza y les permite, si bien no evitar por completo las cosas malas, si tener una pauta para averiguar cada vez más hasta lograr un control del asunto. Así es como fue evolucionando el pensamiento, del saber mágico al conocimiento *semicientífico, baste recordar como al principio se explicaba el paso de las estaciones como producto de dioses a los que había que rendir ciertos tributos para apaciguar y así hasta que llegamos a la época actual.

Así que como vemos es el miedo el que logra poner las cosas en movimiento, el que activa nuestras ideas y nuestra comprensión del mundo, y también es el culpable de tanta gente subyugada por la idea de que el otro puede hacerles cosas terribles, por el estatismo que causa en muchos, aún hoy en la era de la información, el miedo y el maltrato de humanos hacia su propia especie.

A grandes rasgos, esta es la explicación del título de éste nuevo blog y quiero que sea un espacio en donde se puedan expresar ideas, conceptos, anécdotas, y de donde se deriven conocimientos de todo tipo, desde el más básico hasta alguna curiosidad científica. No es algo ambicioso a lo que aspiro, es simplemente tener un lugar en el cuál poder escribir los debrayes de la mente, de los cuales a veces escapa un chispazo de sabiduría.


=)



* Un conocimiento científico al 100% sólo lo podría lograr alguien desprovisto de influencias externas a cierto experimento u observación realizado y así dar un comentario objetivo del asunto, desde que somos sujetos y por lo tanto subjetivos, el conocimiento científico, es decir, el conocimiento objetivo no existe, es por eso que me refiero a él como semicientífico.

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