Como seres "racionales" que somos, el entendimiento brinda una escalera al agujero negro en el que nos mantiene la ignorancia, el miedo, que en este contexto incluso pueden manejarse como sinónimos. Pero el miedo puede provocar dos tipos de reacciones, en las que se pueden dividir los seres humanos. Están los que se paralizan tanto que apenas si respiran, y poco a poco se vuelven esclavos del temor. Los otros, los que esperamos que sean mayoría, son a quienes el miedo los hace correr, avanzar, buscar cómo detener ese pánico que nos invade por culpa de lo ignoto y así, encontrar el conocimiento.

8/10/14

¿Qué ha pasado...?

¿Qué ha pasado con mi casa?
La han convertido en paja.
¿Qué ha pasado con mis calles?
Se volvieron el fuego de la pira.
¿Qué ha pasado con mi cuerpo?
Es quien recibe el calor.
¿Qué ha pasado con mi vida?
Acabó mordida por las llamas que asolan a los otros.

No acabo de entender la indiferencia,
indiferencia de mis padres, amigos;
mi propia indiferencia entre fingida
y obligada para olvidar por momentos
lo que ocurre aquí y ahora.

Me duele mi cabeza al escuchar las noticias
cada vez más llenas de sangre, balas y mentira.
Me duele mi mente al observar la desidia
de quienes tienen el poder de hacer algo y acaban
siempre sin hacer nada.

Me duele mi cabeza al sentir miedo,
un miedo que no es propio sino que me embarga
al pensar en quienes viven en esos lugares
dejados de la mano de la incipiente justicia.

Me duelen mis ideas al darme cuenta
de que incluso mi casa no está a salvo,
de que balacean el centro de la ciudad en la que vivo
y dejan muertos en bolsas a mitad de la calle.

Me duele el corazón porque percibo miedo,
silencio e impotencia, y me duele el no comprender
el por qué de ese silencio que es lo que hace
más pesadas las otras dos sensaciones.

Me ataca la duda de si sólo yo lo veo,
si está mal que piense que hay que hablar
en voz alta y recuperar, aunque sea con la palabra,
la libertad que debe haber en todo el orbe.

Me duele mi mente, mi corazón y mi vientre.
Sí, me duele el vientre, porque como mujer,
en el mundo en que vivimos,
puede que dé a luz a un muerto.

Me duele el vientre porque a fuerza de golpes
y martirio, en este país, puede que las
mujeres que están esperando en este momento
den a luz un muerto más.



=/


“La bala antes de la palabra” fue la frase que leí y que me llegó hasta la garganta. Me atraganté con mis palabras y cuando no tengo cómo explicar algo, prefiero que alguien que sepa cómo lo diga. “La bala antes que la palabra”, qué reflexión más certera se puede encontrar AQUÍ.


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