¡Qué pena me da todo el asunto de los muchachos en Iguala!
¡Qué pena me da Iguala cuando es un lugar que significa tanto en nuestro país!
Pero más pena me da que quieran ver la cara de pendeja a la gente con tanta farsa.
Unos se deslindan, otros piden disculpas, pero nadie sabe nada, nadie hace nada, nadie hizo nada antes de que pasaran éstas cosas tan terribles en Tierra de NADIE.
Como seres "racionales" que somos, el entendimiento brinda una escalera al agujero negro en el que nos mantiene la ignorancia, el miedo, que en este contexto incluso pueden manejarse como sinónimos. Pero el miedo puede provocar dos tipos de reacciones, en las que se pueden dividir los seres humanos. Están los que se paralizan tanto que apenas si respiran, y poco a poco se vuelven esclavos del temor. Los otros, los que esperamos que sean mayoría, son a quienes el miedo los hace correr, avanzar, buscar cómo detener ese pánico que nos invade por culpa de lo ignoto y así, encontrar el conocimiento.
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