Como seres "racionales" que somos, el entendimiento brinda una escalera al agujero negro en el que nos mantiene la ignorancia, el miedo, que en este contexto incluso pueden manejarse como sinónimos. Pero el miedo puede provocar dos tipos de reacciones, en las que se pueden dividir los seres humanos. Están los que se paralizan tanto que apenas si respiran, y poco a poco se vuelven esclavos del temor. Los otros, los que esperamos que sean mayoría, son a quienes el miedo los hace correr, avanzar, buscar cómo detener ese pánico que nos invade por culpa de lo ignoto y así, encontrar el conocimiento.

17/10/14

5 misterios de las religiones antiguas

5 misterios de las antiguas religiones (explicados sencillamente)

La religión es un área que suele atraer gente con malas intenciones. Predicadores que escapan con los diezmos, líderes que abusan de sus seguidores... y todos los cienciólogos. Pero todos los trucos que esos curanderos modernos y predicadores sombríos utilizan para desplumar a las masas, han existido desde hace miles de años, y en todo caso se han vuelto menos inspirados con el tiempo.


5. Las estatuas de la antigua Alejandría se movían solas e incluso volaban


Cuando el macedonio Ptolomeo I, un ex general de Alejandro Magno, se hace cargo de Egipto (en lo que sería la última dinastía y terminaría con la Cleopis), trae un nuevo dios con él: Serapis. Don Ptol estaba empeñado en que la gente pensara que Serapis era la neta del planeta, por lo que construyó un enorme templo para él en Alejandría. Un tema de conversación particular en el templo Sarapeion era un pequeño sol de hierro que flotaba. En una era donde si no morías pronto de tos eso era un milagro, el hierro volador era prácticamente una prueba de que existía lo divino.

Pero esa gran bola de hierro no era lo único. La gran ciudad de Alejandría (una de las tantas que dejó Alejandro), era un lugar donde cosas extrañas pasaban con regularidad. El historiador Plinio el Viejo, describe que estatuas parecían estar suspendidas en el aire, incluso que las de Marte y Venus podían moverse la una hacia la otra por sí solas. Los sacerdotes las usaban durante las bodas, porque nada calienta más a un par de novios que el arte embrujada.

La realidad:

¡Imanes!

Los antiguos humanos se aprovechaban de hazañas de la ciencia para impresionar con sus religiones. Todas las "estatuas" mágicas hicieron su parte, sólo que fueron realizadas por ingenieros en vez de dioses.


Ese místico sol flotante, en realidad estaba hecho de hierro, y gracias a eso "voló", colocando tácticamente grandes calamitas -imanes primitivos- en el techo. La estatua/pareja Marte/Venus, estaba propulsada por la misma tecnología: Venus fue esculpida en piedra magnética y Marte era de hierro. Y esa es tal vez la mayor tragedia de todas, los antiguos sacerdotes perdieron una oportunidad de oro para utilizar la frase: atracción magnética.

4. El Oráculo de Delfos hace sus profecías de modos misteriosos

El Oráculo de Delfos era uno de los más famosos adivinos en el mundo antiguo. Una sacerdotisa de Apolo (me cae mal Apolo) cuyo consejo era a menudo oscuro y difícil de descifrar: el rey lidio Creo consultó al famoso Oráculo antes de invadir Persia y se le dijo que un gran enemigo sería destruido en la batalla, y terminó con el culo expulsado porque el Oráculo nunca dijo que él era el enemigo que comería tierra.


El Oráculo era tan popular que la posición finalmente tuvo que ser tomada por tres sacerdotisas trabajando por turnos (dos oráculos y una copia de seguridad) para hacer frente a la ingente cantidad de los que buscaban audiencia.

La realidad:

Literalmente, cualquiera puede ser un Oráculo en Delfos. La leyenda del oráculo en realidad precedió a la llegada del culto de Apolo a la zona y giraba en torno a un abismo extraño en la tierra que causó que nadie se acercara porque los humos que salían te llevaban a un estado de trance. Esto se debía a que la sima escupía vapores alucinógenos que causaban que todo el que estuviera por ahí tuviera un viajesote automático.


El Templo de Delfos se construyó directamente sobre los manantiales subterráneos que la actividad tectónica había mezclado con etileno, un gas que produce un efecto narcótico y una sensación de euforia. Todo lo que tenían que hacer era ponerse en cuclillas sobre el agujero de droga y respirar. Aunque todavía no se entiende por qué sus divagaciones empedradas fueron consideradas "profecías del futuro" si nunca daban en el blanco.

3. Los chamanes Incas convocaban y aprisionaban espíritus malignos

Aunque más conocida por su enfoque a los sacrificios humanos, la religión Inca tenía un montón de otros aspectos bien "jarcor". Por ejemplo los chamanes yacarca, adivinos que fueron capaces de convocar y comunicarse con espíritus malignos para una gran variedad de propósitos: la adivinación, la profecía, charlar para no sentirse solos, etc.


Ver a un yacarca en acción era verdaderamente impresionante y tenían gran público; ellos elaboradamente invocaban espíritus en un brasero especial donde atrapaban a los demonios. Entonces el yacarca hablaba con ellos y los malos respondían con su voz misteriosa que avivaba las llamas. Aquí sólo hay que agregar que nosotros también iríamos más a la Iglesia si cada sermón fuera como un video de Rammstein.

La realidad:

Eran dos de los más simples trucos imaginables. El primero era que la "llama demoniaca" aparentemente sensible, era manejada por los adoradores que llevaban tubos huecos para, por ejemplo, soplar el fuego y hacerlo crecer cada vez que fuera necesario. El segundo era que los sacerdotes usaban la ventriloquía para hacer hablar al fuego, y a veces era simplemente alguien más estratégicamente colocado.


Y pensar que no creías que nada era más decepcionante que descubrir que tu dios es un imán. Los Incas dicen quítate que ahí voy.

2. Herón de Alejandría hizo estatuas divinas moverse y secretar fluidos “raros”

Herón de Alejandría era tres cosas: un genio, un hombre con el fetiche de hacer moverse objetos inanimados (y en realidad inventó la primera máquina de vapor y robots programables ¡en el puto siglo uno!) y un aplastador de la historia. Así que si necesitabas una estatua tipo peli de miedo para espantar algunos plebeyos desprevenidos, habías venido con el hombre correcto. Herón esculpía estatuas que lloraban, sangraban, lloraban sangre (el siguiente paso lógico, ¿cierto?), vertían vino e incluso rotaban.


Aunque en general los temas de las esculturas eran dioses paganos como Dionisos y Cibeles (ya saben cuál servía vino, ¿verdad?), es posible reconocer que todo el asunto de llorones y sangrones es una cosa que también usa el cristianismo moderno. ¿Así que qué creen que era Herón? ¿Brujo, profeta, demonio disfrazado?

La realidad:

¡Nooooo!

A lo mejor era un viajero del tiempo varado (pero la única prueba de ello es un fanfiction mal escrito). Lo cierto es que las estatuas de Herón estaban llenas de máquinas y bombas ocultas. La ilusión más espectacular fue utilizada e el culto a Cibeles, una diosa madre con muchos pechos que era muy popular en Alejandría.


En el momento clímax de la ceremonia, la diosa empezaba a lactar. Si, esto significa que Herón fija la teta con algún temporizador. Hablando de fetiches aterradores, es como cierto video de Molotov.


1. Los antiguos hechiceros egipcios tenían potestad sobre la vida y la muerte

El antiguo Egipto no era un mal lugar para ser un mago, sobre todo si tenías actos de temática animal. Siegfred y Roy habrían tenido grandes momentos.

Según consta en el papiro Westcar, el más famoso de los antiguos magos de animales era un hombre llamado Dedi, un vidente y domador sobrenatural cuya especialización era cortar y volver a colocar cabezas.


Aunque a su faraón le hubiera gustado verlo en algunos prisioneros humanos, él lo realizaba en gansos, aves acuáticas y un buey... esperemos que fuera un buey criminal que no estuviera arrepentido.

La realidad:

Resulta que este conjunto de "rasgar las cabezas de los animales y volverlas a colocar" es un simple truco de mano. Todavía se emplea hoy en día por artistas como David Blaine.



Al parecer todo lo que necesitas es un apoyo cursi, un poco de distracción y un montón de talento para armar el show. Es, en pocas palabras, el mismo principio de ese truco en el que sólo caen los bebés cuando piensan que su padre les ha robado la nariz.



=P

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