Si
tienes intenciones de estudiar finanzas, esta película te dará algo de
motivación, si no, igual es un documento súper interesante que te desglosa los
aspectos difíciles de digerir de la alta economía y sus miembros, aquellos que
juegan a diario en el enorme campo que supone Wall Street. ¿Cómo? Pues
facilitándote mediante gráficos ejemplos cada extraña nomenclatura que
mencionan, poniendo, por ejemplo, a Selena Gómez explicando qué demonios es un CDO sintético en una mano de Black Jack.
Pero,
¿qué es esto? ¿Una película o una clase de finanzas a lo gringo? Pues las dos
cosas y más.
La
trama nos habla de algunos personajes ajenos a estas altas esferas financieras
que lograron predecir el desplome de la economía norteamericana (y la
subsiguiente crisis mundial) en 2007, al encontrar y entender la burbuja
inmobiliaria que estaba a punto de estallar. De estos hombres que descubrieron
de dónde cojeaban los bancos y decidieron (casi como lo haría un buen mexicano,
por cierto) aprovecharse de ello, el más interesante es el personaje
interpretado por Christian Bale, un nerd inadaptado con Asperger y un ojo de
cristal que de hecho predice la crisis varios años antes, el Dr. Michael Burry, CEO de Scion Capital.
Básicamente,
estos hombres (Ryan Gosling, Casey Groves, Christian Bale, Steve Carell, entre
otros) crean la batalla PIC vs. CDO (Permuta de Incumplimiento Crediticio
contra Obligación Colateralizada por Deuda), ¿qué significa esto? Pues en
palabras llanas, que esta gente apostó contra los grandes bancos y el mercado
inmobiliario. Pero, desglosemos esto.
¿Han
escuchado decir a alguien que la mejor apuesta es invertir en bienes raíces
porque son estables? Pues esta era una idea generalizada en los Estados Unidos
a principios de siglo. Se daban créditos casi caídos del cielo y los bancos
rara vez revisaban la solvencia de aquellos a quienes favorecían, por lo cual
era común que un trabajador de clase media tuviera hasta dos o tres propiedades
(cada una con su hipoteca correspondiente). Desde luego, con la caída de
salarios y muchas cosas más, resultó cada vez más difícil que muchas personas
pagaran a tiempo sus multas. Esto está bien, incluso está previsto que una gran
cantidad irá a un fondo perdido, sin embargo, la previsión fue rebasada y
entonces ya no hubo nada qué hacer.
Claro
que muchos se preguntarán por la moral de la película. ¿Quién es el bueno y
quién es el malo? Pues eso también es parte de lo genial de algo basado en la
vida real (y en un libro, por cierto): No hay héroes ni villanos, sólo hay
seres humanos que se creen mucho, se aprovechan, presumen y luego se echan a
llorar cuando la pequeña bola de nieve ha tomado ya gran tamaño y velocidad.
O
quizá lo malo es el sistema general, como lo piensa el personaje interpretado
por Brad Pitt: Ben Rickert. Es verdad, es el sistema el que permite esta
catástrofe, pero no olvidemos que el sistema está gobernado por hombres (a
menos que exista ese gobierno en las sombras y la mano que mece la cuna sea
verde... Todo puede ser, pero volvamos a la película).
Al
final, hablando de la moral, es el mismo Ben Rickert el que la saca a relucir
cuando regaña a sus jóvenes colegas por celebrar la ganancia:
¿Tienen la más mínima idea de lo que acaban de hacer? Acaban de apostar en contra de la economía de EU. Sí. Lo que quiere decir... que si estamos bien... si estamos bien, la gente pierde sus casas... la gente pierde sus trabajos... la gente pierde sus ahorros del retiro.... pierden pensiones... ¿saben lo que odio de los bancos?, reducen a las personas a números... He aquí un número, cada 1% que el desempleo aumenta, 40 mil personas mueren, ¿sabían eso? ... ¿sabían eso?
La
vida es perra. Y la economía también.
La
película nos va llevando junto con estos hombres a entender cómo pasó y cómo
este puñado pudo tomar ventaja de ello, pero te costará pensar que una película
tan llena de datos duros pueda ser tan amena. Las pausas explicativas de los
tecnicismos en cuestión (como CDO), hechas por artistas pop diversos,
contribuyen a este estira y afloja en el que nos tienen durante los 130
minutos, donde estamos entre el triunfo de los protagonistas y la presión de
saber qué significa ese dichoso triunfo.
Además
de retratar muchísimos vicios del american
way of life, esta película te mantendrá al borde del asiento con
actuaciones magníficas (como las de Steve Carell y Christian Bale). Al final,
cuando hayas leído en qué quedó el asunto, temo que sólo querrás hacer una
cosa: Invertir en agua. Sin duda un filme muy recomendado que ya está en cines.
P.D.
Si quieres ver la ficha técnica de la película dale un click aquí.
=)
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